He repeated until his dying day that there was no one with more common sense, no stonecutter more obstinate, no manager more, lucid or dangerous, than a poet.[Repitió hasta el último aliento que no había nadie con más sentido práctico, ni picapedreros más empecinados ni gerentes más lúcidos y peligrosos que los poetas.]

Source:(Alfred A. Knopf, ed. 1988), Page 168
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